miércoles, 24 de marzo de 2010

Soledad


7 comentarios:

Carso dijo...

ay las soledades compartidas!
si ya lo dice el refrán, más vale solo que ciento volando.
o no era eso...

José García Obrero dijo...

Más o menos. La compañía a veces es un ruido de fondo y la soledad es una mano perfecta en la ejecución.

Un abrazo.

Beatriz dijo...

Sois unos marranos!!! -ya parezco la Renun!

El ser femenino, superior en todo, tiene muchas mááááás posibilidades -sin recurrir al contorsionismo.

ps. Te equivocaste de refranero, Carso, hablando del papa (el de Roma, es para no usar la mayúscula... y que se joda). ¿No era ¡soledad, divino tesoro!?

ps II. Pero el ruido de fondo con tacones... es ya un grado. Y si lleva tobillos y curvas incorporadas... ya me callo.

Muax;-)

José García Obrero dijo...

Jajaja, Ester. Ya te echaba de menos (de verdad, de verdad). El ruido de fondo con tacones y formas redondeadas es un concierto a secas, y con perfume es un concierto de cámara (camera en italiano es "habitación" uummmh).

Un beso.

Beatriz dijo...

Ahhh, certo, certo, un concerto de camera, donde todos los instrumentos están afinados a la perfección. Qué envidia los italianos, joer!!!

Muax;.)

Fco Cobo dijo...

Rendida a la soledad maniatada a la necesidad.

Pero como dice el refrán: Quien buen mandao tiene tranquilo va y tranquilo viene...

José García Obrero dijo...

Eso hay que admitirlo. Si es que la sabiduría popular no falla.